Hay casas que no solo se habitan, se sienten.

Es Falcó es una de ellas.

Un refugio sereno frente al paisaje, donde cada gesto cotidiano se transforma en algo íntimo y especial.

Diseñada por Palomino Arquitectos y desarrollada por Akira Projects, esta vivienda es también un diálogo silencioso entre arquitectura y tecnología. Scena se suma a esa conversación con lo que mejor sabe hacer: envolver la vida de luz, sonido y confort, sin estridencias, sin imposiciones. Solo presencia.

Desde el principio supimos que la luz debía contar una historia. Una narrativa delicada, pensada para acompañar los ritmos del día, los estados de ánimo, los momentos compartidos y los silencios. Cada escena ha sido creada como una caricia al espacio, fundiéndose con los materiales y el entorno, siempre suave, siempre precisa.

La tecnología de Basalte, tan invisible como esencial, permite que el hogar se exprese al compás de quien lo habita. Un toque, una intención, y la casa responde: se templa el aire, se matiza la luz, se afina el sonido. Todo ocurre con fluidez, como si siempre hubiera estado ahí.

El sonido, por su parte, no solo se escucha, se siente. En el interior, los altavoces invisibles crean una atmósfera envolvente sin alterar la pureza de las formas. En el jardín, Architettura Sonora añade una dimensión escultórica al paisaje: piezas que suenan y respiran con la tierra que pisan.

Este proyecto no ha sido una suma de soluciones técnicas, sino un proceso de escucha y complicidad. Con el cliente, con los arquitectos, con el lugar. Porque para nosotros, la tecnología no es el fin, sino el medio para que un espacio cobre alma.

Es Falcó no es una casa tecnológica. Es una casa sensible. Donde la innovación se esconde para que florezca la belleza.